En la primera jornada de mi viaje caminaba sola por el desierto. En el dÃa segundo, un GuÃa amoroso me llevaba de la mano recordándome el oasis. En el dÃa tercero abracé la soledad total convertida en viajera y en camino, en desierto y en oasis, en guÃa y en destino. Me perdÃ, me busqué, y me guié..hasta Mi Misma.
Autor: Susana Ortiz | 19/12/2014
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